martes, 29 de diciembre de 2009

historias de la mera existencia

Este video lo encontré ayer. Después vi varios, y me resultaron divertidos.

domingo, 27 de diciembre de 2009

Passer

Acá va un poema de un all star de la literatura latina: Gaius Valerius Catullus. El poema y la traducción los saqué de un blog cuyo nombre no recuerdo; pero bueno, agradecido por la traducción (no pude encontrar la que hice yo con la ayuda de un buen amigo (bueno, que hizo mi amigo y de la cual yo me acaparo un poco de crédito para no quedar zapatero, pero en fin, la perdí, no hay más conflicto y esta es muy parecida)).

Lugete, o Veneres Cupidinesque,
et quantum est hominum uenustiorum:
passer mortuus est meae puellae,
passer, deliciae meae puellae,
quem plus illa oculis suis amabat.
nam mellitus erat suamque norat
ipsam tam bene quam puella matrem,
nec sese a gremio illius mouebat,
sed circumsiliens modo huc modo illuc
ad solam dominam usque pipiabat;
qui nunc it per iter tenebricosum
illud, unde negat redire quemquam.
at uobis male sit, malae tenebrae
Orci, quae omnia bella deuoratis:
tam bellum mihi passerem abstulistis.
o factum male! o miselle passer!
tua nunc opera meae puellae
flendo turgiduli rubent ocelli.


Laméntense, oh, Venus y Cupidos,
y todas las personas llenas de encanto:
ha muerto el gorrión de mi niña,
gorrión, objeto de afecto de mi niña,
a quien ella amaba más que a sus ojos,
pues era dulce como la miel y conocía a su dueña
en persona, tan bien como la niña a su madre,
y no se movía del seno de ella,
sino que saltaba alrededor, ora aquí, ora allí,
siempre piaba a su única dueña;
ahora él va por un camino tenebroso,
aquel, donde niegan el regreso a quien sea.
Sin embargo, que haya mal para ustedes, malvadas tinieblas
del Orco, las que devoran todas las cosas buenas:
me quitaron tan bonito gorrión.*
¡Oh, mal hecho! ¡Oh, pobrecillo gorrión!
Por tu acción, ahora los ojitos
de mi niña están rojos e hinchados de llorar.

* Acá me atreví a cambiar algo de la traducción que hizo el camarada blogger. En este verso decía "me quitaron tan buen gorrión". Hubiese quedado un poco más "power" una traducción castiza: "me quitásteis un gorrión tan bonito ". Habría que modificar todas las segundas personas del plural, pero lleva mucho tiempo, no tengo el diccionario a mano para chequear la traducción, y estamos en medio de una carrera contrarreloj.

El flaneur de Lautaro

El título miente. Un flaneur recorre la ciudad sin rumbo; el personaje del cual voy a escribir, es una persona tan sedentaria como cualquiera de nosotros, o quizás un poco más. Su mérito, sin embargo, es ser sedentario en la calle y teniendo una ciudad de millones de habitantes a su disposición, con esquinas amplias, parques y demás.

El sujeto en cuestión eligió la esquina de Lautaro y Alberdi para vivir. No es un vagabundo, porque un vagabundo "vaga" sin rumbo fijo (como el flaneur, supongo, pero menos cool y más pobre). Este muchacho, como dije, es sedentario. Tampoco es un mendigo: nunca pide nada; las cosas que posee (un colchón desgastado por la intemperie, una botella de coca rellenada con agua, mate (se puede ver la yerba infaltablemente desparramada por la esquina), unas galletitas, y tan sólo una vez, lo vi variar su dieta con un tetra y una botella de vodka) las obtiene de una forma misteriosa. Sólo sé que siempre tiene plata para comprar cigarrillos.

En fin, el tipo tiene otra virtud, a saber, el misterio. El misterio es lo que motiva estos párrafos. El misterio de ser un outsider a la máxima expresión, porque no entra en ninguna categoría de outsider.

¿Por qué la esquina de Lautaro y Alberdi? El tipo vivía en Riccio y Alberdi, pero en la esquina hay una casa. Supongo que al dueño no le gustó que viviera debajo de la ventana de su living. La elección de la esquina de Lautaro (a media cuadra de Riccio) le causó menos problemas, porque en esa esquina hay un baldío. Y va a ser tierra baldía por mucho tiempo, hasta que amplíen Alberdi, ya que está prohibido construir ahí a causa de este proyecto que se pospone permanentemente. Si "humanizamos" esa esquina podríamos decir que es una outsider por dos motivos:
El primero está relacionado con el "boom" de construcción de edificios. Resiste al boom por la causa esgrimida anteriormente.
El segundo tiene que ver con un hecho que me resulta muy curioso: en el paredón que delimita el baldío, un vecino improvisó un cartel que indica el nombre de la calle. Es decir, esa esquina también resiste al dominio estatal desde que un privado se tuvo que hacer cargo de señalizarla. El vecino generoso hizo el cartel a imagen y semanjanza de los carteles del otro lado de la General Paz: azul con letras blancas. Es quizás una esquina que escapa de la ciudad y donde lo diferente empieza a tomar color.

En mi caso, como transeúnte asiduo de Alberdi, la opción del "tipo de la esquina" (no sé cómo llamarlo) significo que esa dicha esquina no me pase desapercibida y que resuelte un lugar que organiza el caos de la ciudad.
Me explico: en la ciudad, hasta en las calles que más frecuentamos, solemos ver un montón de rostros fugazmente y que se borran inmediatamente de nuestra memoria. En cambio, yo sé que es tipo va a estar ahí. Siempre está, salvo los días de lluvia, en los cuales sólo se quedan sus cosas; respecto a éstas, la gente guarda un respeto reverencial simplemente porque carecen de todo valor. En este momento puedo recordar al tipo con nitidez.

Es llamativo como los lugares en la ciudad cobran significado de maneras tan disímiles. La esquina de Lautaro va a tener gran relevancia para mí; al nivel del Congreso, la Plaza de Mayo y otros lugares cuya relevancia comparto con la mayoría de los porteños. La única diferencia es que el lugar al que me refiero tiene una relevancia con una fecha de vencimiento inevitable. Y esa diferencia (la palabra diferencia me parece clave) es lo que marca esta entrada; diferencia que hace que la ciudad en la que el estado pretende que reine la racionalidad y el orden (por suerte esto se les escapa seguido), aparezca lo incomprensible, el misterio, lo inclasificable. El tipo de Lautaro logra vivir al margen lejos de la frontera, y eso es un logro admirable. Este es mi humilde homenaje.

jueves, 24 de diciembre de 2009

we hate caps

la gente que trabaja de lo que le gusta es cobarde. hay que trabajar de algo que uno odie, o no sienta ningún tipo de identificación, y luchar por salir adelante entre la mierda con lo que uno quiere. trabajar de lo que a uno le gusta es una porquería, sólo te vuelve un mejor técnico, pero uno simplemente lo aplica para seguir trabajando de lo que a uno le gusta, pero para otros, no se realiza, el valor de ser el que determine cuándo está bueno lo que uno hace...

tener la vida arreglada, poder prescindir del sufrimiento, total, realmente cambia que haya un lugar al que volver, y una estructura que te asimila, te hace mierda, te suena mucho mejor que alguien que te pide que la sueltes, que destruyas todo a la mierda y puedas jugártela al pedo por algo que no tiene garantía. es horrible jugar a las cartas con alguien que tiene tres mazos. tendría que haber una ley al respecto. imposibilitar el amor interclasístico. 



A.N.

miércoles, 23 de diciembre de 2009

La mentira real del Río de la Plata (¿?)

¿Qué es el Río de la Plata? Se dice (no se quién, o con qué fundamentos) que es el río más ancho del mundo. Desde el punto de vista geográfico, sería un estuario. Sin embargo, la primera denominación de la que se tiene noticias es la de "mar dulce".
Mar, río, estuario... no importa. Vamos a ver qué nos conviene que sea. Geografía vs. Derecho Internacional Público; hagan sus apuestas. En la wiki, sobre el famoso Tratado del Río de la Plata:

Las características geográficas del Río de la Plata dificultaron su clasificación, importante para determinar qué derechos podían ejercer terceros Estados sobre el estuario. Si el estuario "del Plata" fuese considerado como un mar, entonces cada Estado tendría soberanía sobre una franja del mismo; en cambio, de tratarse de un río, los Estados tendrían soberanía sobre todo el espejo de aguas del mismo. A su vez, en el caso de tratarse de un río, se consideraría parte del dominio fluvial de un Estado, por lo que la soberanía no podía ser limitada por el derecho, ni siquiera para el paso inocente.

Perfecto. Convino, después de muchos conflictos, inventar el Río de la Plata. Una construcción.
El autor de la entrada se inclina por afirmar que el río es en realidad un estuario. Un poroto para la muy hinchapelotas geografía. Mais, pourtant... nadie se copó mucho con la "realidad".

No hay Río, no hay plata, no hay mar y matamos al bendito estuario. Lo matamos del todo: no hay edificios con vista al estuario, nadie va a la costa del estuario; hasta cruzar el charco se impuso al estuario. El "Estuario de la Plata" nunca existió. Seguramente no sea el "estuario más ancho del mundo" con lo cual tendríamos que prescindir de un récord, de un logro.

En fin, los problemas amainaron con la ficción de un Río. Quizás (seguro que no, pero me divierte pensarlo) esta exitosa ficción dio lugar a otras dos, relativas a lo largo, ancho y a la circulación: Avenida Rivadavia y 9 de Julio. Y tal vez (seguro que no, pero siguiendo la misma línea), esta obsesión por lo más largo, lo más ancho y por la ficcionalización de la realidad, esté relacionada con la construcción de algo de carácter simbólico, relativo a la sexualidad masculina. Es vox populi que ese récord es africano, pero quién sabe.

vida co-tidiana 0

despertarme con la violencia

estar acostado con ella, y que me diga que no sabía cómo hacer, cuánto me iba a cobrar. ofenderme. pensar en fetiches. despertarme enojado. no querer ponerme a escribir. cuando escribo sólo escribo sobre ella. no quiero sentarme a escribir. despertarme con  apuro. violentarme por la realidad de mis fantasías. el análisis que hago de mi mismo. si sueño esto, la conclusión es falaz. me gustaría tener un peritaje psicológico que midiera la extensión del daño que sufrió mi psiquis. Despertarme con apatía. es mi mayor triunfo. la miro y no existe. ya no la veo. porque en realidad ya no está. es la mancha de agua en el parqué. es la productora de televisión tirada en la playa. y sigue escondiéndose en dos lugares. a la noche, en mi cama. y durante el día, en mis textos. taxista, nunca escritor. 


Ano Nimio