jueves, 29 de julio de 2010

Estado del tiempo

Son las 7:35 de la mañana. El Lugar más frío del país es La Quiaca, con 6 grados bajo cero de temperatura.
Me levanté con DNI brasilero. Todo se está poniendo brasilero.
Me di cuenta en Bellagamba hace un par de días; paradójicamente, alrededor de retratos de gardel y trastos nacionales de principios de siglo XX. En el centro del salón había una mesa enorme, poblada de gente de todas las edades. Hablaban en portugués a los gritos. No alcanzaba a escuchar lo que se decía en mi mesa y asentía a todo lo que me decían. A los brasileros los escuchaba perfectamente. No me culpo por la indiferencia hacia mi mesa, porque el espectáculo recién se estaba gestando, algo diferente estaba siendo sacado con pinzas y llorando a los gritos.
Sin motivo alguno, desde la mesa dominante empezaron a surgir palmas. Al principio, palmas tibias, perofueron creciendo hasta que las decenas de manos empezaron a arder.Después empezaron a bailar, y algunos, además de bailar, empezaron a cantar. Eran las 19:35 de la tarde de un miércoles.
La barra del lugar demagógicamente empezó a pasar temas brasileros. Más leña al fuego. El baile y las palmas ya no eran más espontáneas, sino legitimadas por el porteñísimo Bellagamba. El resto del bar siguió el espectáculo con afectada indiferencia, salvo un par de valientes que quisieron sumar sus palmas a las de los brasileros, pero no tardaron en darse cuenta de lo ridículo del intento, y desistieron.
Son las 7:48 de la mañana y está sonando Menina Flor, a unas 50 cuadras de distancia, y estoy buscando desesperadamente a Ivete Sangalo.

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