sábado, 31 de mayo de 2008

arriba la maltraducción


si a fin de cuentas, no te están pagando
de hecho, nunca te pagan; y cuando te pagan, te malpagan, te roban
encima tardan, y quieren que digas algo
entonces uno tiene que creer que bientraduce en función de lo que
puede llegar a entender otro
que te malpaga y te presiona
y encima tarda
y te hace sentir mal,
porque tenés ganas de traducir,
hay un mensaje, y vos no estás
muy seguro de si tu acción es difusoria o simplemente estás
releyendo a tu manera
y estás expresando lo que vos sentís
en un blog que sólo vos y tus facetas esquizo leen,
y nadie te mete presión, y te viene con un juicio
valorativo, te edita, te condena, te multa por plagio,
y sin embargo, a vos te surgió un día salir de gorro, no despegarte el cigarrillo del labio
y mirar a todo el mundo sin hablarle.
Y quién mierda te puede decir que estás maltraduciendo ahí,
si a fin de cuentas, nosotros, tus facetas escindidas del blog,
te leemos y te entendemos directamente
y escribimos sobre vos,
en lo que temería llamar una maltraducción a su vez
gastando plata al pedo, juntando papelitos de putas en la calle
por si alguna vez maltraducimos nuestras ganas, y nos vamos a malcoger,
entonces uno se acuerda del tipo que quizo un día
escribir la canción de leyenda urbana (maltraducido, claro)
y pensamos en el trabajo, en que estamos durmiendo mucho
en todas las decisiones que hay que tomar solo para poder
estar de a muchos
y vienen los hijos de puta, a veces somos nosotros,
y nos cargan de sus imaginarios sociales sobre lo que es bien y lo que es mal
y qué querés que te diga

maltraductores s.a.
me sabe bien

Yon Güein

viernes, 30 de mayo de 2008

Viento Norte

Tenía ganas de maltraducir una canción de legiao urbana; a este ritmo, voy a terminar maltraduciendo todas. De paso sirve para ver si se puede escuchar la canción.
Quería agregar que en los próximos días (si Dios quiere y cosas más mundanas concuerdan con Dios en su voluntad) voy a escribir un cuento, el cual, si sale más o menos decente, será presentado en un concurso. Por eso más que nunca, les pido que hagan observaciones, críticas, viles ataques a nuestra demacrada autoestima y todo lo que sea pertinente en pos de lograr algo presentable.

Casi sin querer

Estuve distraido
impaciente, indeciso.
Y todavía estoy confundido,
Y eso que ahora es diferente:
Estoy tan tranquilo y tan contento.

¿Cuántas oportunidades
Desperdicié cuando lo que más quería
Era probarle a todo el mundo
Que no necesitaba
Probarle nada a nadie?

Me hice mil pedazos
Para que vos los juntes
Y quería siempre encontrar
Una explicación para lo que yo sentía.
Como un ángel caído
Fue cuestión de olvidar
Que mentirse a uno mismo
Es siempre la peor mentira.

Pero no soy más
Tan niño a punto de saber
Todo.

Ya no me preocupo
Si no sé por qué
A veces lo que veo
Casi nadie lo ve.

Y yo sé que vos sabés
Casi sin querer
Que veo lo mismo que vos.

Tan correcto y tan bonito:
El infinito es realmente
Uno de los Dioses más lindos.
Sé que a veces uso
Palabras repetidas
Pero, ¿Cuales son las palabras
Que nunca son dichas?

Me dijeron que vos estabas llorando
Y fue entonces cuando me di cuenta
De lo mucho que te quiero.

Ya no me preocupo
Si no sé por qué
A veces lo que veo
Casi nadie lo ve.

Y yo sé que vos sabés
Casi sin querer
Que quiero lo mismo que vos.

jueves, 22 de mayo de 2008

Montparnasse

There are never any suicides in the quarter among people
one knows
No succesful suicides.
A Chinese boy kills himself and is dead.
(they continue to place his mail in the letter rack
at the Dome)
A Norwegian boy kills himself and is dead.
(no one knows where the other Norwegian boy has gone)
They find a model dead
alone in bed and very dead.
(it made almost unbearable trouble for the concierge)
Sweet oil, the white of eggs, mustard and water, soap suds
and stomach pumps rescue the people one knows.
Every afternoon the people one knows can be found at
the cafe.

Ernest Hemingway, Paris, 1922

martes, 20 de mayo de 2008

no título (no titulo)

gira gira gira
y ya ni como

me siento y te escucho hablar
me siento y te leo

está bien,
hay un punto en el que el balance es una mierda

me puedo fumar un porro,
pero me dan ganas de estar alerta

y poder agarrarte de las bolas
y seguir adelante

marcando el ritmo

claro
y llega el momento

en el que uno se desarma
y sangra, como frenkel

veo el polvo que cubre mi casa de mierda
y casi que tengo compasión por las cucarachas

y me prometo terminar mi vida
para poder empezarla en serio

entonces qué me venís a hablar de merca
si no me entendés cuando te hablo de la mediocridad

agradezco
no tener el cerebro iluminado

aunque me da bronca escuchar ruidos
y ver manchitas a los costados

y saber que fue tanta mierda que me metí
y en la que me metí

vamos, si un hola no alcanza
te voy a arrancar los pelos del ombligo de un mordisco

Ano Nimio
(Un Mes Sin Elvis Sado)

lunes, 19 de mayo de 2008

draft

Hace unos años, me reía de un (viejo) profesor de secundaria, que con la cara agrietada y surcada por vivencias más que por el paso del tiempo, nos comentaba en una voz monocorde y apenas perceptible, que no había nada más triste y terrible que un amor no correspondido; lo comentaba mirando a un ladrillo de la pared del fondo del aula, manteniendo una íntima comunión con la materia inerte, celebrando un pacto de complicidad de caballeros con ella, aquello que no había logrado y que seguramente no lograría con los animales.
Ya no me río.
Un amor no correspondido en una novela naturalista española, perdida en extensas y soporíferas descripciones de paisajes ajenos, a chicos de 17 años (posmodernos) les podía parecer algo alejado, y las causas amorosas irremediablemente perdidas se podían pilotear con una dosis de orgulloso cinismo; hasta que los efectos de la droga pegan mal años después y se degrada en patético cinismo, en pactos de sangre con la cama, con la radio, o con un ladrillo al azar en la hostil pared un lacerante (centro educativo).
Uno se cansa.
El profesor se tranforma en un oráculo siniestro; el compañero Pessoa nos parece cada día más cuerdo a medida que crecemos y el (cactus), más simpático.
Llego el momento de desertar heroicamente, de secarse y causar antipatía; de ver los amores inexactos como un teorema de Gauss.
Desobedecer al oráculo es imposible, pero no tenemos alternativa.

Si pudiera cogerme a arturo

No me quise bañar antes de ponerme a escribir. Soy ruin. Si Rimbaud se sentó a la belleza en sus piernas, yo ayer me senté a la ruindad. Estuve inmerso en la degradación voluntaria. Y cara. Las piernas y la piel colgando. La posibilidad de ser una persona. El amor no correspondido. No te quiero, sos algo vacío. Sos una realidad. Sos una situación que me desagrada. Sos la marca de agua en la parte de atrás de esta sociedad que se va a la mierda. El sello que garantiza que vayas donde vayas no cambia nada. Que Rimbaud se garchó negros en Argelia. Que la situación es extrema en todas las partes del espectro. Convencimiento y dolor. Hay que convertirse y sufrir. El olor surge entre las ropas sugiriendo escenas invisibles. Situaciones en negativo. La calamidad y yo. Necesitar no ser virtuoso. Ser objeto de una emanación seminal. Inventar un poco de correspondencia virtual con uno mismo. Y mientras avanzo en la grasa del día, mientras pierdo mis últimas 12:48, me desvirtúo para siempre. No puedo volver atrás. No por una situación en particular. Ya soy miembro de la desgracia y la degeneración. Soy parte del mundo oscuro para siempre. Todo lo que hago es en función de eso. Mi participación en los ritos satánicos no me define más, porque mi identidad es eso, y empiezo a definir al rito en sí. No necesito a ninguna característica conexa al círculo de vicios para ser un vicioso. Las musas que me persiguen tienen pocos dientes y el culo flojo. Y sus besos son vacíos, y su inspiración es podrida, y mi dios creativo no es un borracho que baila. Mi eje no es la complementación antitética. Mi régimen de vida se paraliza constantemente ante una deidad drogada que representa a la virtud. Un icono empañado. Conrad transitó esta senda o le tuvo miedo. Ya no hay vuelta atrás. El YA es un YA de antaño. Nada me sorprende. Nada me obliga a sentarme a escribir. Nada salvo el olor a ruindad. Nada salvo la ausencia de conciencia. No juguemos con el límite perverso de nuestra carisma. Sigamos en esta senda. Algo de ello hay. O es un cambio. Un cambio que implica riesgos. Y eso lo vuelve virtuoso, no sus características de viciado.
La ruindad se vuelve un modo de vida, y surge la beatitud entre las tinieblas que se forman. La sonrisa envuelta en un marco de futuro pasado y presente licencioso. Nunca hubo mayor sinceridad que saberse dueño del momento, que abrazar a la traición irracionalmente y acelerar contra un acantilado de enfermedad que me lleva hacia la locura. Cómo habría de enojarme si soy la causa primera de la desidia.
Ano Nimio

jueves, 15 de mayo de 2008

É Sangue mesmo, nao é mertiolate

Panfletos sobre Buenos Aires. La gran furia del mundo. Picadas en 9 de Julio, picadas en Reconquista. De cajón en un bar del Microcentro. De cajón a Chacarita. Amortajado, voy al cabarulo, donde hay minas y minas y minas no tan minas. What would you say if I take you home and eat your pussy? Até pode ser. Sin vueltas, al grano, sin cortejar, sin lindas mentiras, sin actuaciones: el paraíso. La gente que elogia tu sinceridad es la misma que castiga duramente ser sincero en ciertas oportunidades. “Tacto y mentir sinceramente”, dicen.

Picadas con ferraris en Florida. Todos esperando la gran novedad, pensando que sería muy emocionante un accidente de verdad, violento, con sangre y vidrios rotos como sucede en todo buen accidente de noticiero de televisión. El "corazón" del mundo ya no tiene lugar ni para mí ni para vos; tampoco los autos, inflados, inflables como el arroz. Un panfleto cae en mis manos: “Compre barato en Puerto Madero. Pertenezca al jet set por una módica suma. ¿Qué pensarán sus padres? ¿Qué pensarán sus compañeros de secundaria que lo hostigaron? Vénguese. Acepte nuestra generosa oferta. Por una módica suma...”

Guardo el panfleto en mi bolsillo. Me doblo y empiezo a vomitar; estoy frente a la UCA. Tanto comer basura que la indigestión era inevitable. Un cura habla con un guardia. Perdón, un monseñor. Me señala. Yo vomito más, vomito sangre y pus; todo por culpa, por gran culpa, de un médico hipócrita que no logró salvarme. Llega el guardia y me tira un lacónico “retirate”.Yo siento que me estoy muriendo pero saco mi carnet universitario, donde se detallan las cuotas que pagué. El guardia lo mira y se lo da al monseñor que lo guarda bajo la sotana. No me puedo mover. Me da una patada en las costillas. El monseñor mira. Saca un Jack Daniels de debajo de su sotana. Es tan emocionante ver su porte mayestático que me pongo a llorar de gozo; así lo interpretamos todos y no hay dos verdades. El guardia me saca de los pelos hasta las vías del tranvía. Sólo faltaba que me salgan un par de hermosas alas y puudiese irme volando lejos, a un huerto cerrado; herméticamente cerrado. Me arrastro como puedo hasta Azopardo y Belgrano. Entro a un bar. Un whisky. Sin hielo. Brindo por el monseñor. “A la mayor gloria de Dios y de sus servidores” y me lo tomo de un trago. Necesito un hospital. Necesito cianuro. Me arde la garganta. Me arde el esófago. Esta ciudad está llena de mónadas. El tipo de la mesa de al lado se derrumba. Tal vez esté muerto. Me importa un carajo. Alcohol en las heridas, o mucho mejor, limón y sal. Y que el Monseñor me guarde.

Vendo muerte. Te aseguro que vas a salir en televisión. ¿Querés bailar en el caño? El hincha de Tigre murió, vaya paradoja, en Mataderos. No soy de la generación de leer libros. Gran Hermano, necesito ver a mi familia. Gracias, Gran Hermano, gracias.

Untitled

Infocampo a las nueve de la noche en canal trece. El lomo está más barato que nunca, aproveche. Carne al por mayor, gran excitación. La revista de infocampo sale como pan caliente. ¿Quién lo hubiera pensado? Al fin el argentino se preocupa por el campo. Estos gauchos no tienen sombrero ni boleadoras; van en zunga. Las chinas caminan en bikini y descalzas por el campo con escarcha. La doma cambió este año: el león acepta cinco pesos y hace lo que quieras; el tigre, cuatro pesos. Los tenés de animales domésticos y juegan con el gato. Je m’ennui. Me voy al cine.

Scarlett Johanson y Woody Allen. Once con cincuenta, diversión garantizada. La peli es una mierda. Woody Allen da pena. Ni siquiera Scarlett Johanson es tan linda. Me doy un saque y la peli mejora. Scarlett está buenísima. Woody es un genio. Me doy otro saque. Hasta me parece que estoy en un gran día.

Salgo del cine. Me pongo un saco que no es el mío; no me acuerdo si tenía saco; yo no lo robé. Voy al rey de la bondiola y me compro un choripán y miro al río. Seguramente hay allí sirenas, nadando entre la mierda. Las sirenas respetan los canales de navegación y saludan a los prácticos. Hay tantas sirenas que está a cinco pesos el kilo en todas las pescaderías. Tritón sale diez pesos, así que se come solo en ocasiones especiales. En semana santa el precio de Tritón es de veinticinco pesos. El tridente se vende en una armería de Congreso. Ya no hay héroes, ni dioses.

Rezaría por Tritón, pero el diezmo está más caro que nunca. La inflación hace estragos. Por la plata del diezmo me compro a Tritón entero y lo hago sushi. Jesucristo es la opción porque él es de los pobres. Hay una imagen de Jesús cantando Heavy Metal en la nueva iglesia con onda y de moda. En otra está cantando cumbia en Fantástico. Jesús es joven y copado, es tu amigo, tomá su dulce y piadosa mano y acompañalo en un recital cantando Highway to Hell. Las hostias mejoraron: ahora son pastillas y vos las elegís a gusto. La Iglesia es la casa de Jesús y también la casa del cura; eso aprendí en las didácticas clases de religión que tomo a diario. Comparten todo, se turnan para cocinar.Viven en la pobreza hasta el domingo, cuando van Macri, Teté Coustarot y Sandra Russo y pagan el diezmo. Eso alcanza para unos meses y hasta para cambiar las cuerdas de la guitarra y del bajo. Un mendigo duerme en un banco. Jesucristo lo echa a patadas. Las visitas ilustres suspiran aliaviadas. El mendigo se limpia la saliva de la comisura de los labios y se va sin protestar. La Iglesia va a cerrar. “La próxima vez pagá el diezmo, ratón” me grita el cura. Es sin dudas un tipo copado, habla como yo. Le prometo que así lo haré. Me siento en la puerta, me doy un saque y estoy ahora en el paraíso.

Algunos ideas para el suicida

A continuación, una serie de ideas para quién quiera lograr un suicidio exitoso:
- Tomar una adecuada dimensión de las cosas: para sobrellevar una vida con la menor cantidad de sobresaltos posibles, tendemos a minimizar los hechos. Hay que ponerse en la posición de tercero observador, una posición de "espejo" y hacer dialogar a ese "yo" desdoblado con el "yo original", por así decirlo. Es una buena manera de tomar una buena y clara perspectiva de la situación.
- Observar los hechos frustantes en todos sus aspectos, detalladamente, consignando sus efectos en el pasado y su proyección al futuro. Esta tarea suele opacar los hechos venturosos, cuando los hay.
- No pensar en que en el futuro va a mejorar la situación; más vale, sucederá todo lo contrario: se agravará; a veces tan solo por el mero hecho del paso del tiempo, otras, por no haber tomado la suficiente dimensión de ciertos hechos proyectados al futuro. Para comprobar este hecho, poner "mojones" convencionales en el tiempo (yo a los 25, yo a los 30, a los 35...etc.) y comparar las situaciones.
- Revisar las realciones con otras personas: pensar cada detalle de las conversaciones y observar la constante tendencia egoísta de los conocidos. Haciendo un análisis exhaustivo, se puede encontrar una fuerte hipocresía (casi a nivel de palabra por palabra) y un desinterés importante, que dan ganas de estar en una isla desierta o en la luna. Eso es imposible pero hay otra posibilidad, claro.
-Por último, como coda, crear un blog que no lo lee nadie, que no le importa a nadie, y que ningún amigo convocado a participar acepte, utilizando evasivas y excusas, pero sabiendo que no acepta para no mancillar su buen nombre ni su reputación, siquiera al nivel del anónimato total....entonces corrijo: no mancillar el buen nombre y la reputación de su seudónimo favorito.
Sin más, se despide,

Paulo Coelho